Mundo Esfera. Mink, una burbuja diferente

Acababa de nacer una delgada y escuálida esfera que se empeñaba en extremar su raquitismo hasta la invisibilidad. Ésto en un mundo en el que las esferas luchan por crecer y engordar para hacerse más visibles parece insensato, sin embargo esta esfera estaba convencida de que si conseguía alargarse más y más lo tendría mucho más fácil para llegar más alto, así que dejó de dar importancia a una de las actividades fundamentales para el desarrollo lógico de todo globo aéreo: llenarse de oxígeno y otros gases densos, a pesar de sentirse cada vez más débil e irracional.

Mink, como así se llamaba, nació extrañamente sóla cuando lo más común es que en cada soplo de nacimiento sean explusadas al menos una docena de pequeñas burbujitas. Por esta circunstancia se sentía especial y algo melancólica y eso que se había librado de nacer globito babeante de perro rabioso o burbuja pomposa en el interior de una lavadora. Sin embargo, tampoco era precisamente la chispeande burbuja de un cava recién descorchado. A Mink le habia tocado ser burbuja de pompa de jabón de un juguete en manos de un niño. Esta circunstancia no era ni mejor ni peor que otras, sino sencillamente peligrosa...------------------- Leer más

UN PEQUEÑO

clip atrapando la esquina de unos folios en blanco
por una cara, por la otra, papel reciclado
uniones temporales de empresarios, jurisdiciones y registro de licitadores
por la otra, papel en blanco
solvencia económica, financiera y técnica, obras de presupuesto igual o superior a...
por la otra, papel en blanco
consultoria, asistencia y servicios: concurso abierto
por la otra, papel en blanco
fase previa a la adjudicación, empresas nacionales y extranjeras
por la otra papel en blanco
bastanteo de poderes, declaraciones relativas a no estar incursos en prohibiciones
por la otra, papel en blanco
convocatoria director/a ejecutivo/a, expertos y técnicos de apoyo
por la otra, "yo no se si el mundo esta al revés o soy yo ek que está cabeza abajo"

ORACIÓN

Ángeles de hierro sobrevolando cabezas. Despegar, volar, golpe de ventrículo certero. Pasillo aereo hacia el cielo cada cada vez más bajo y el infierno rozando el cuello. Sólo hay una forma de aprender. Romper tu cuerpo roto, tu mente rota, tus sueños rotos no sirven de nada en este pulcro aeropuerto. Clase media, vida a medias con sirvientes que cobran por horas para barrer tu mierda. Entiéndeme no es que no quiera crecer, es que siento que tengo un chip que me prohibe ser feliz, porque todo está grabado. Eres un ser humano. ¿te sientes especial? Amor, sexo, teoría de la relatividad... Código cifrado por ancianos canos que guardan la fórmula secreta bajo toneladas de ciencia. Materia gris. Nihilismo barato el que se mueve en el Rastro, rastas, okupas, intercambio de segunda mano. Pequeño agujero por donde se escapa la masa industrial. Pan integral verdadero que estás en los pueblos venga a nosostros tu reino vegetal y no nos dejes caer en la tentación de la carne nunca jamás. Atense fuerte. Preparense para aterrizar, con un poco de suerte, sin sobresaltos.

INUIT

El invierno corta con témpanos afilado.

Sin embargo, en el interior de la esfera un fuego extraño quema unos labios rotos que se elevan hasta los ojos presos detras de un lago profundo y contenido amenazado por un rayo diminuto apuntando desde el centro.

Tiras de piel tiemblan como pajaritos equilibristas sobre una línea de alta tensión, mientras, las manos se hunden en océanos de bolsillo como queriendo escapar de una muerte aeróbica segura.

Pero a veces,

los océanos se dan la vuelta y millones de peces vuelan en sentido contrario con la esperanza de que una sóla gota de sal les salpique la vida.

SIEMPRE VIERNES

Desde el principio supo que la escalera que conducía a ese cuarto de portal estrecho y chico de barrio provocaría el tintineo de cada uno de sus músculos de alambre con bola y cadena. También los de las piernas.
Hace hambre.

La luz es tenue, el frio se abre, el aire vibrante.
paredes transparentes, vino caliente.
Hay humedades.

El otoño se escapa entre la bruma y calcetines impares,

luego sol, luego la lluvia...
La luna cocina con un delantal de plumas desteñidas.
En la parrilla claman dos perros
uno saca la cabecita, la del otro está completamente frita
las velas se funden en los días sin horas,
las noches de ensueño sin sueño,
corteza de ángeles crujiente,

estómagos de terciopelo,
palomas murmurando y el palomo gigante roncando.

El ambiente es cosa de Herbert
loza gigante donde columpiarse,

vibra un cuenco tibetano,

aperitivos japoneses,
cuatro botellas de sangre caliente,
una patata indiscreta humea junto a la ventana,
los cubiertos son cuerdas expertas que
atan afinados los ojos de la ternera poco hecha
y sus uñas azules clavadas en el trozo más tierno,

arañan.

Extraño lenguaje el que se habla en esta mesa sin patas colgada de una lámpara setentera sobre un tresillo Maxiestilo. Los comensales se beben rápido. Vestidos de chinos siguen la fiesta en el saloncito rojo, pero antes el postre: Platano moldavo sobre manzana mora, uvas sin noche vieja, submarinos de chocolate... Orgía gitana. Los flashes atrapan a los famosos y millonarios en plumas, redes, seda, charoles, guitarras y hadas negras sobre fregonas. Pillados sonrien, rien, lloran, flotan, crepitan, crecen, explotan, tiemblan, duermen. Mañana será otro día. Siempre

viernes.

(al General Concreto)

ESFERA DE CALOR

Desperté flotando en el interior de una bola con un sonido apenas perceptible pero constante. El espacio era tranquilo asi que no había ningún motivo para escapar de allí. Creía haber encontrado mi sitio de no haber sido porque mis manos, brazos y por extensión todo mi cuerpo, incluida la cabeza, crecian y crecian desmesuradamente hasta que la vida en la esfera se hizo insufrible. Salí de allí disparada a un lugar frío y muy poco acogedor. Tarde bastante tiempo en aclimatarme al cambio. Pronto descubrí que me encontraba envuelta en otra esfera formada por unos brazos y un regazo, me gustaba esa nueva sensación. Había movimiento, ruido ensordecedor, luces brillantes, sombras... Pronto me di cuenta que el regazo se me escapaba y otro conjunto de brazos y cabezas redondas me rodeaban. No estaba mal el cambio, pero el ruido seguía creciendo, el movimiento se hacia más largo y yo seguía estirándome como una gominola. Debí crecer mucho puesto que acabé dentro de otra esfera aún más grande, llena esta vez de seres bola como yo contra los que rebotar o chocar. Allí no era suficiente con estar, además había que seguir unas normas. Las normas tenían forma de alfileres gigantes. Sospeché que no seria buena idea acercarme demasiado a los alfileres, ni que los alfileres rozaran la esfera que nos protegía. Asi que me quedé flotando en el centro, quizá demasiado tiempo puesto que cuando crecí tanto como para dar con mi cabeza y extremidades sobre la bóveda, los alfileres gitantes me rodeaban por todas partes y me resultaba imposible huir. Con un esfuerzo titánico, aún recuerdo lágrimas violeta resbalando sobre mi superficie curvada, conseguí salir al nuevo exterior donde descubri que mi cabeza había crecido tanto que producía pensamientos redondos. Desde esta nueva perspectiva me prometí a mi misma no volver a caer nunca más en ninguna esfera trampa.

Vagabundee por algún tiempo sintiendome libre y feliz, sin necesitar ningúna esfera de calor. Pronto, algo que no sabía que era exactamente se me estaba también quedando pequeño. Un día me subí a un globo aerostático, miré hacia abajo y me despedí de mi última gran bola acogedora y azul.

HUMO