la humedad me empapaba de la raiz a las puntas,
siempre pensé que eso no debia ser del todo bueno,
tanta agua no ayudaba a la correcta fijación de los nutrientes.
Además así nunca pasaba nada,
nada crecía
Hasta que un día al sol le
dió por jugar con mis cloroplastos,
Existía suficiente química como
para disparar mis ambiciones,
así que comencé a estirarme
desmesuradamente
con la única intención de rozar
el techo del cielo,
quería ser un ave del paraíso
pero tanto crecimiento
acabó convirtiéndo mis espectativas
en aprovechable hoja de maiz.
Tan esbelta era que acabaron por seccionarme
a la altura del penacho.
Ese es mi último y patético recuerdo.
Ahora no se donde buscarme,
si entre los botes de papilla infantil
o haciendo de las mias sobre
ilustración: onlc
6 comentarios:
adoro tu imaginacion
+
(Conde)
eres mi mejor fan (y casi único) gracias!!
olivia
Cloroplastos... fotosíntesis, no se por qué, esto me suena.
No dejes de hacer de las tuyas desde donde te haya tocado, aunque sea un grano de maiz o el "fuego que se esconde bajo la cabeza de una cerilla".
En mi casa tenía una Dicembachía (creo que no se escribe así pero ahora no me apetece buscar la manera correcta... je) que crecía y crecía y crecía. Llegó hasta el techo pero mi ex le cogió manía y todos los días decía que había que cortarla. Yo me empeñé en que no pero un día apareció muerta, yo creo que le echó mal de ojo...
Muy lindo todo por acá :).
umm me alegro q vayan aumentando los aficionados al mundo de las plantas.
gracias a todos x la visita.
la plantita sigue creciendo...
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