domingo

WHAT'S GODING ON?

God se desparramó en el centro de su universo, por última vez, cansado de tanta soledad y harto de esa angustiosa sensación de indefinición que últimamente se cernía sobre su omnipresencia.
Miró de soslayo y no sin cierto desprecio algo más abajo del vértice donde confluía su espíritu eternamente dividido y decidió dejar fluir libremente, por primera vez desde tiempos inmemoriales, los pensamientos opresivos que siempre habían limitado su trigonométrico cerebro.
Intentó recordar con un deje nostálgico a la criaturas que mucho más abajo sobrevivian en su imperio, modeladas, en cierta forma, a su imagen y semejanza con el único fin de afianzar su realeza. Calibró las consecuencias de sus actos, perfectamente planeados y justificados por su mano derecha aunque muchas veces neutralizados tozudamente desde su lado izquierdo.
Algo parecia no ir bien en los últimos tiempos. Su reflejo en el mundo real se autrodestruía de forma voraz. Cada vez le costaba más reconocerse a sí mismo, su imagen comenzaba a verse borrosa, indefinida e irreal. Lo cierto es que se sentía profundamente agotado. Quizá ese persistente cálculo renal fuese el origen de su malestar, o las cataratas las culpables de su opacidad, o la gota, o ese coágulo en el cerebro o el exceso de azucar en la sangre...
God agonizaba.
Delante de sus narices las fichas de su propio juego caían en cascada como un dominó vetusto donde cada una de las piezas derribadas aplastaba los últimos vestigios del gran imperio monoteísta.
Mientras la agonizante luz de la gigantesca presencia divina se desvanecía, comenzaron a nacer de la aparente oscuridad multitud de puntos sensibles, subjetivos y altamente emocionales que invadieron rápidamente el espacio, anteriormente monomatemático, llenándolo de sinuosas unidades de color cargadas de placer ilimitado.

Letra pekeña: Godofredo Suarez Rondón, dueño del importante grupo de empresas God & Dog, fue encontrado sin vida el pasado domingo en su despacho de la 333ª planta de la torre desde donde controlaba su extenso imperio financiero. Junto a su mesa se han hallado restos de anisitos, gominolas, esponjitas, decenas de botes vacios de actimel y un sinfin de sustancias altamente peligrosas e infantiles. que, según confirman las últimas investigaciones podrían ser la causa de su muerte debido a la alta concentración de dichas sustancias halladas en su sangre .



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