jueves

RATAS DE CIUDAD

Las ciudades no están hechas para vivir.
Están hechas para buscarse la vida.


Te lanzas sobre ellas con hambre.
Pillas tu pedacito de pan para descongelar,
Luego te quedas atrapado, guardas las alas
e intentas pequeños saltitos sobre sus calles llenas
de rostros escaladores sudando paredes verticales.

Empiezas por la periferia.
Delante Madrid
Detras: montañas de escombros y descampados.
Juegas a ganar circunvalaciones.
Tu objetivo: Alcanzar el centro,
pero es caro y vendes la finca de tus veranos
grande y verde. Olía a olivos y a vaca,
sin calles cortadas, sin pivotes sube y baja con llave
para los afortunados residentes.
De momento tienes que elegir:
pagas en la zona azul o pagas en la verde.

Una mañana te despiertas y sueñas que has llegado.
has avanzado, estás mejor comunicado,
han plantado enfrente un estadio,
un Vips, un hotel **** y un concesionario
ya eres mayor
y más objetivo
se te nota en la arruguita del entrecejo
y en esa patita de gallo
te dicen señor en el mercado...

Vuelves a mirar tus dados
esta vez no te engañas,
Sigues en el mismo el mismo lugar,
pero detrás de tí ya no hay campo
y has cambiado piso por casa
parece que no has movido ficha,
nuevos círculos han crecido
estás rodeado
no conoces ni al vecino,
no hay confianza,
ni noches de verano al raso
ni cigarrito en la terraza,
ni fiesta en la azotea,
sólo acristalados miradores,
estrechas habitaciones,
patios interiores,
Tampoco Retiro los domingos
ya no es necesario,
hay Centros comerciales
donde no hace frio, ni llueve, ni huele, ni dejan pasar las estaciones....

Salgo a perseguir palomas, pobres ratas de ciudad
se pelean por mis migajas descongeladas
corro detrás de ellas, como cuando era pekeña
prefiero verlas volar .



2 comentarios:

siloam dijo...

demoledora descripción, yo fuí feliz en madrid, pero lo abandoné por una ciudad intermedia.

Alejo dijo...

cuando alguien te dice señor, la pendiente se percibe con vertigo