Cuentos para no Dormir - 1

Jacinta Cejijunta, entró sonriente y pizpireta por primera vez a la clase de 1ºC . El resto de los niños estaban ya sentados ordenadamente en sus pupitres. Sólo quedaba un hueco en la penúltima fila a la izquierda. El Bolita en cuanto se percató que Jacinta se abria paso entre las mesas y miraba al único sitio que quedaba libre y que ese sitio estaba junto a él, le entró un repentino ataque de pánico, se puso colorado como un tomate y comenzó a sentir su corazón latir a la velocidad del coche de su padre cuando tomaba la N-III dirección Valencia. Entonces el Bolita miro a la señorita pidiendo indulgencia. La señorita miró al Bolita, luego a Jacinta y despues al resto de la clase y mientras se quitaba sus enormes gafas de pasta dijo: "Atended chicos, tenemos una alumna nueva con nosotros, se llama Jacinta y se va a sentar junto a PAN PAN PAN PAN... En ese momento se escuchó un sonido sordo y luego, nada más.

Minutos más tarde el Bolita se despertó completamente bañado en sudor, miró hacia arriba y vió un punto blanco, borroso que se iba abriendo poco a poco hasta convertirse en una agradable presencia salvadora. De pronto: "¡Vamos Panchito, hijo despierta, despierta, hoy empiezas tu primer día de colegio!".