viernes

SiesTa














Bionaire comienza a girar y a girar sobre si mismo, sin hacerse demasiadas preguntas sobre el significado de su continuo rotamiento. La penumbra se ciñe sobre una achaparrada Butaca entrada en años, empeñada en atrapar con sus enormes orejones al Silencio que envuelve el entorno, para engullirlo con delirio entre sus mullidos almohadones. Mientras tanto el Silencio, compite sin demasiado esfuerzo contra la lánguida letanía del Reloj de pared que camina con su movimiento pendular hacia ninguna parte, acompañado únicamente por el zumbido constante de las alas del pekeño ventilador de sobremesa preparado para despegar...


domingo

Cut Ants (hormigas cortadoras)

Litobio, el ciempiés errante, trepaba pesada y lentamente sobre la planta de robusto tallo y hojas palmeadas.

-“ssrisss-shisssp-sssrisss-shisssp-ssrisssp “

A escasos pasos, un ejército de 25 hormigas ibéricas marchaba perfectamente alineado en columna de a una.

-“un-dos-un dos-un-dos- andando muchachass! no tenemos toda la mañana! “

Litobio giró su redonda, peluda y achatada cabecilla y percatándose de la ordenada presencia de las pequeñas depredadoras, desaceleró el ritmo de sus patillas:

-“yeipp, manjar exquisito a la vista!”.

Las hormigas, lejos de sentirse atemorizadas, adelantaron y envolvieron al anillado Litobio quien propulsando de inmediato las garras venenosas de sus extremidades, provocó la disolución inmediata de la columna de hormigas guerreras.

-“jeje, pekeñas invertebradas! no teneis absolutamente nada que hacer contra mis letales forcículas” .

Las hormigas bordearon inexpresivas al temible Litobio y una vez superado el caos inicial retomaron posiciones ascendiendo de nuevo en formación de a una.

-“un-dos-un-dos- sorteando elemento recalcitrante -un-dos-un-dos”...

Litobio intentó salir por pies para dar alcance de nuevo al displicente grupito, pero desgraciadamente su propio veneno pegajoso le impedió moverse un milímetro de su posición inicial.

Una vez despejado el terreno de obstáculos..

-“eh tu! miríapodo insolente, DE-SA-PA-RE-CE!”

..las Hormigas Cortadoras atacaron impertérritas su objetivo primigenio: la tala y desbroce de la apetitosa hoja palmeada que en menos que canta un grillo quedó absolutamente descuartizada y convertida en minúsculos pedacitos superalimenticios.

-"Misión cumplida muchachas. Recogiendo y al fumadero!!!"

lunes

HiJa de los SigNs

En otro tiempo
la humedad me empapaba de la raiz a las puntas,
siempre pensé que eso no debia ser del todo bueno,
tanta agua no ayudaba a la correcta fijación de los nutrientes.
Además así nunca pasaba nada,
nada crecía

Hasta que un día al sol le
dió por jugar con mis cloroplastos,
Existía suficiente química como
para disparar mis ambiciones,
así que comencé a estirarme
desmesuradamente
con la única intención de rozar
el techo del cielo,
quería ser un ave del paraíso
pero tanto crecimiento
acabó convirtiéndo mis espectativas
en aprovechable hoja de maiz.
Tan esbelta era que acabaron por seccionarme
a la altura del penacho.
Ese es mi último y patético recuerdo.
Ahora no se donde buscarme,
si entre los botes de papilla infantil
o haciendo de las mias sobre campos gringos


ilustración: onlc

domingo

Operación KarMa

Karls Maders, ingresó en la sala perfectamente acondicionada para la ocasión, con su aspecto de gurú centroeuropeo. Depositó cuidadosamente su maletín de trabajo sobre la mesa de operaciones y a continuación desplegó todo su instrumental con una delicadeza propia de gran cirujano. Esta vez no se jugaba más que en otras ocasiones, pero para Karls, cada operación suponía un momento único y mágico independientemente del lugar en el que realizaba una nueva intervención. Sin embargo, circunstancias aparte, aquella noche se sentía especialmente implicado, un nutrido público de fieles aprendices observaría atentamente cada uno de sus certeros movimientos. Su fama comenzaba a despegar y comenzaban a elevarle a la categoría de verdadero chamán, con el poder de resucitar cualquier cuerpo inerte que cayera en sus manos.
A la hora prevista, el personal, ávido de experimentar grandes y aleccionadoras sensaciones, comenzó a tomar posiciones. Karls se colcó detrás de la mesa, chasqueó los dedos, cerró un instante los ojos y respiró profundamente, por fin comenzaba su esperada actuación.
De repente, toda la sala se convirtió en puro movimiento. Se palpaba una frenética actividad que prometía ir in crescendo y que iba a durar largas e interminables horas en las que la tensión acumulada durante largos días de preparación estallaría en pedacitos de adrenalina, expandiéndose por cada uno de los rincones de la sala.
Karls tomó con cuidado el primer cuerpo en estado de hibernación y le aplicó una de sus agujas mágicas, en el lugar exacto y con sorprendente precisión. De pronto Karls Maders sintió uno de sus momentos grandes: la energía estelar fluía intensamente de sus dedos logrando una vez más el milagro de la resurrección de la Vieja Música, frente a un público que bailaba enlokecido de puro Extasis. Dj Karma se habia vuelto a superar.