domingo

FUERZA CENTRIPETA

la naturaleza compacta de la mujer que compra tomates en el mercado se cruza con la mirada del frutero soltero que le pregunta "qué va a ser hoy" con alegría, la siguiente de la fila, una chica haciendo equilibrios con libros en un brazo y bolsas en otro, espera con el nerviosismo chispeante de sus ojos negros que hacen florecer un piropo castizo de los labios del pescadero, la panadera, entrada en años, le mira con la ternura con la que mira a su hijo de 18 años que acaba de aprobar la selectividad y lo celebra en estos momentos en la plaza Mayor, no puede soportar tanta alegría, mezcla de libertad e ilusión, asi que invita a una guiri q está buenísima a una caña, se la bebe de un trago por que no está en su país y se está desmelenando, a la cuarta caña está tan fuera de sí que le pega un beso a un tío que está al lado y que no se puede creer tanta suerte, el camarero fluye entre tanta clientela, nunca se cansa de tirar cañas, cómo hizo en su momento su padre que ahora está sentado en una mesa cobrando, mudo, se le encienden los ojitos con cada clink de la máquina registradora, más abajo el perro lanudo se sacude el serrín y sale un rato a la calle, ladra a un pekinés que camina orgulloso junto a un señor de unos 60 con ganas de jubilarse para por fin pasar largas temporadas en el piso de Torrevieja junto a su mujer, perfecta ama de casa que disfruta escuchando el chup chup de las lentejas a fuego lento... doy vueltas atrapada en el movimiento circular de la cuchara de madera... lo que mueve el mundo es...



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